Hoy: berenjena picada con cebollita y pera de esa rica que compro yo en el morito-indio-pakistaní.
Haciendo la comida, me di cuenta de las nuevas piezas escultóricas que este año tengo en mi casa; son de lo más sublime hasta llegar a un punto fetichista, no? Es maravilloso observar, cada mañana, recien venido a la realidad consciente, la virtuosa pieza que se instala en el fregadero, es, sin ninguna duda, la estrella de la sala, platos colocados sin sentido dentro de un entorno perfecto postrados en el fregadero esperando su salvación. No se queda atrás la parte povera del asunto, este es un mendrugo de pan rodeado de migas situado en una mesa de cristal como las que tienen esos fotografos en sus sofisticados estudios, maravilloso, pero realmente no sentía nada, hacia esas piezas no me une algo más que simples objetos colocados de forma estratégica. Con ello, encontré que ya tuve esa sensación mirando estas piezas que cuando estuve en el IVAM viendo las obras allí expuestas; no sentí nada, nada; rapidez por marcharme, y me sentia observado por el dinero. Es la primera vez que tengo esta sensación, y estoy seguro de que no será la ultima.
Que les aproveche la comida, la mía, es un manjar.
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